lunes, 15 de marzo de 2010

Etnias Quechua

Quechua (de qhichwa runa, "gente de los valles, de la zona templada") es un término con el que se autodenominan varias etnias de la cordillera de los Andes, principalmente aquellas que hablan quechua, y un nombre colectivo usado para la totalidad de estas etnias. Existen etnias quechuas en Perú, Bolivia, Chile,Argentina y Ecuador. En Ecuador, el norte del Perú y en Argentina se usa la variante fonética Quichua (kichwa runa - las variantes quichuas norteñas no distinguen entre k y q) y - además del término kichwa - algunas etnias del Ecuador y de la selva peruana. Los seres humanos viven en "este mundo" (kay pacha) y están permanentemente expuestos a las fuerzas de dos mundos en parte contrapuestos, en parte complementarios. Estos son el janaq pacha (mundo de arriba/lejano) y el ukhu pacha (mundo de abajo/adentro). Ambos mundos están llenos de seres vivos y poderosos que influyen sobre todos nosotros, exigiendo nuestra colaboración y, a cambio, brindándonos sus bienes y poderes; o - caso de no tenerlos en cuenta- enviándonos sus amenazas para que cumplamos con ellos. La idea central es que se debe mantener una situación de equilibrio y reciprocidad con todos ellos y, a la vez, garantizar este equilibrio entre los dos mundos. Por otra parte cada uno de ellos tiene su propia especificidad: el de arriba está más ligado al orden establecido; el de abajo, menos previsible, tiene que ver más con el poder generador de nueva vida.

Todos los habitantes del mundo de abajo tienen como característica común su fuerza y su hambre, con lo que se originan grandes bienes y grandes catástrofes, la fortuna y la miseria de los hombres. De ahí que atenderlos bien, darles de comer con ofrendas generosas y tratarlos con deferencia sea importante para la conservación de la salud o para la fortuna en la producción. No se pierde del todo una connotación ética en la manera en que debemos relacionarnos con esos seres: si no cumplimos nuestras obligaciones básicas con los demás, es más probable que lleguen calamidades. Pero lo más central es que les atendamos en su hambre para que así, agradecidos, usen su poder de manera beneficiosa para nosotros. El celebrante ordinario para esta relación con el mundo de abajo es el yatiri, en especial el que se llama ch'amakani "el dueño de la oscuridad".

Durante la ch'alla (libación), cuando invitan a tomar a todas las divinidades, y mientras van derramando gota a gota el trago por el suelo, los pueblos quechuas recorren nombre por nombre todos los lugares de su territorio y los insertan en un espacio más vasto y lleno de fuerzas, mediante la recitación casi interminable de cada lugar, cada recoveco donde se reconoce un poder especial. No es una simple enumeración del espacio, sino que van llamando a estos lugares para que desempeñen cada uno su función propia.

Entre los seres del mundo de abajo ocupan también un lugar muy importante los muertos, los achachila o machula (abuelos o antepasados) son los protectores de al comunidad y de la región y algunos de ellos tienen poderes especiales sobre las nubes, los vientos, la lluvia, la helada o el granizo, fenómenos vinculados a la agricultura que se asocian a determinados cerros del contorno cercano o lejano; las awicha (abuelas(, en cambio, están más asociadas a las cuevas y quebradas y con las enfermedades, aunque el espíritu protector de cada hogar recibe también este nombre.

La pachamama es una de las divinidades andinas más citadas, incluso fuera del campo, pero también una de las más difíciles de definir. Su nombre suele traducirse como "Madre Tierra" pero en realidad su personalidad es mucho más compleja. Se la asocia siempre con la fertilidad agrícola. Desde esta perspectiva tiene relación con los otros espíritus multiplicadores de los animales (illa) y de las plantas (ispalla) e incluso del mineral (mama). También se la considera un espíritu tutelar y se dice que cada comunidad, cada sayaña y hasta cada chacra y cada casa concreta tiene su pachamama protectora; pero al mismo tiempo la Pachamama es también universal y está en cualquier parte. Por todo lo dicho hasta aquí se comprende que muchos consideren que ella es el principal espíritu de este mundo.

Entre las muchas expresiones religiosas y cosmológicas dentro de la vida cotidiana del hombre andino sobresale la fiesta. Por su número, por la riqueza de sus significados simbólicos, por su poder de convocatoria y por el clímax que puede generar, la fiesta es un momento fundamental en la vida de los individuos y de las comunidades. A lo largo del ciclo vital y del ciclo anual las fiestas, por definición eventos sociales, van marcando y dando sentido a los acontecimientos más importantes en la vida del individuo y la familia y a las rutinas de la vida comunal. Las celebraciones directamente dirigidas al mundo de arriba se ajustan más al orden anual del calendario y a momentos previsibles del ciclo agrícola; son más públicas y sociales pero son también las que más subrayan la subordinación a la clase dominante. Las directamente dirigidas al mundo de abajo, aunque ligadas también a veces al calendario (por ejemplo, los martes, el Carnaval o principios de agosto), dependen más de eventos extraordinarios imprevisibles, como una enfermedad, una sequía, un rayo o los accidentes en una construcción o una mina; son celebraciones más intimas, a veces casi clandestinas, aunque pueden alcanzar también el nivel comunal.

La abundancia de comida y, sobre todo de bebida, juega un papel importante en estas celebraciones. Subraya ante todo el carácter a la vez social y ritual de la celebración festiva, que parte de invitaciones e intercambios de generosidad en un contexto global de reciprocidad. Pero además la fiesta es una celebración que pone en actividad todos los resortes sensoriales: comida y bebida hasta la plenitud de la embriaguez, coca y cigarro, música y canto, danza y disfraces, velas, incienso y olor a humo, el sentido de multitud, el estruendo de cohetillos y dinamitazos... todo contribuye a acrecentar el ambiente de euforia y hasta de éxtasis. De esta manera, la fiesta constituye el lugar y el momento por excelencia de comunión social y encuentro sagrado con esos seres de otros mundos, que determinan el destino y el sentido de este mundo, donde moran los humanos.
Información obtenida en: http://es.wikipedia.org/wiki/Quechua_(etnia)

viernes, 12 de marzo de 2010

Los Kogui de Colombia

Los kogui basan su estilo de vida en la creencia de una «Gran Madre» (haba), su figura creadora, de quien creen es la fuerza de la naturaleza, que les provee guía. Los kogui piensan en la tierra como un ser viviente, y ven a los colonos en actividades mineras, de construcción , y a los que contaminan el medio ambiente como enemigos de la Gran Madre.


Los Kogui preparan desde el nacimiento a sus sacerdotes, llamados Mamo, para el mundo místico que denominan Aluna. En este mundo espiritual, los Mamos actúan para ayudar a la Gran Madre a proteger la tierra. Luego de una profunda meditación y ofrendas simbólicas, los Mamos creen que ellos sostienen el balance de armonía y creatividad en el mundo. Es también en este mundo donde se cuida la esencia de la agricultura: las semillas son bendecidas en Aluna antes de plantarse, para asegurar su crecimiento exitoso.
Para cada una de las etnias que habita la sierra Nevada de Santa Marta, los picos nevados son considerados el centro del mundo. Los primeros hombres provienen de dichos grupos y, por lo tanto, son los "Hermanos Mayores", mientras todos los que llegaron después son considerados como los "Hermanos Menores". La diferencia entre los dos es el conocimiento que sobre la naturaleza tienen los "Hermanos Mayores". Desde esa perspectiva, los "Hermanos Mayores" son los encargados de cuidar y preservar el mundo, tratando de velar porque el ciclo cósmico tenga un buen desarrollo; para que las enfermedades no destruyan la vida de los hombres; para que las cosechas sean buenas.

El mundo se concibe como dos pirámides sostenidos sobre una misma base. Internamente, lo conforman nueve mundos, cada uno con su propia tierra y sus propios habitantes. La tierra esta ubicada en el quinto piso. Hacia arriba los mundos están emparentados con la luz y hacia abajo están emparentados con la oscuridad.

La sierra es considerada como un cuerpo humano, donde los picos nevados representan la cabeza; las lagunas de los páramos el corazón; los ríos y las quebradas las venas; las capas de tierra los músculos; y los pajonales el cabello. Con esa base, toda la geografía de la sierra es un espacio sagrado.

El Mamo es el personaje central dentro del sistema de representación de los Kogui. Él es el intermediario entre las fuerzas celestiales y los hombres. Su sabiduría y conocimiento permite el equilibrio entre las fuerzas. Para ellos el fin del mundo se acerca, pues los "Hermanos Menores" no están interesados en proteger la naturaleza.
 
Información obtenida en: http://es.wikipedia.org/wiki/Kogui
foto de Antonio Briceño

Huichol de Mexico

Su religión consiste en cuatro principales deidades: Maíz, Águilas, Ciervos y Peyote, todos son descendientes del Sol, "Tau". Sus actos religiosos se llevan a cabo en un monte llamado Wirikuta o 'Quemado', en el estado de San Luis Potosí (México). Este monte se encuentra dividido en dos, un lado para las mujeres y otro para los hombres. En sus actos religiosos suele hacerse uso del peyote, he aquí un extracto de lo que para ellos significa el uso de este cactus:

"Hay quienes tenemos alguna enfermedad física, del alma o del corazón o simplemente no hemos podido encontrar nuestra vida. En este desierto viviente y mágico, confín del mundo, el Venado Azul se nos revelará para encontrar nuestra vida, él nos enseñará, él será nuestra medicina. Una maximización del espíritu nos conducirá hasta el punto de la transformación temporal en transición a la exaltación espiritual, para encontrar las fuerzas del equilibrio. Esa capacidad inefable para aventurarnos sin temor en el angosto puente a través del gran abismo que separa el mundo ordinario del mundo del más allá. Para lograr éstas fuerzas del equilibrio debemos vencer nuestros miedos, quitar los malos pensamientos de nuestros corazones y unirlos. Los peregrinos debemos de estar limpios de todo mal de sentimiento, debemos de regresar al periodo de la vida en que éramos inocentes, antes de que fuéramos adultos, mundanos, ya que a ésta tierra madre venimos a nacer. El pasar de este mundo al más allá podremos hacerlo, porque al recibir el Venado Azul, dejaremos de ser ordinarios, seremos transformados. Pero hay que recordar que es solamente temporal porque somos solamente hombres y mujeres y no dioses"

Cabe mencionar que la religión va implícita a través de la vida del wixárika, forma parte de su identidad y está presente a lo largo de su accionar, costumbres y en la cotidianeidad tanto individualente como en lo comunitario. La religión viene a ser un compromiso fundamental en su existencia, es parte de su cultura y sus distintas formas de expresión.
La música y el baile entre los Wixaritari tienen fuertes rasgos prehispánicos y es parte del ritual con que se honra a la divinidad. Los bailes son poco variados y los pasos muy sencillos, llevando el ritmo con los pies. Una caracteristica de las celebraciones es la de tomar "tejuino" que es una bebida hecha a base de maiz fermentado, distinta al tejuino popular que conocemos, ya que es una bebida que embriaga y tiene un sabor distinto.
                                     

La forma en que conocen a los mestizos u occidentales, es "teiwari" (singular) o "teiwarixi" (plural), no se sabe a ciencia cierta el significado de este gentilicio. Los wixaritari, conforman una de las culturas indígenas que mantienen saberes y tradiciones ancestrales, una cosmovisión propia y diferente, y hoy en día los wixaritari buscan por encontrar un diálogo con la cultura que denominamos occidental y conservarse, frente a los retos de la globalización.
 
Los Huicholes están gobernados por una casta de chamanes, misteriosos brujos y guerreros que luchan épicas batallas en el terreno de lo sobrenatural para resolver los problemas mundanos o divinos, o simplemente para asumir el lugar del gobernador o Marakame, "el que sabe". Esta casta prepara nuevos chamanes o Matewame "el que va a saber" para mantener el linaje y el conocimiento. Los poderosos chamanes huicholes han tejido incontables relatos de poder donde libran formidables batallas en el terreno de la percepción, del que rescatan y resuelven asuntos al nivel de la vida cotidiana, confirmando con ello el liderazgo de su conocimiento, de su gobierno y de su espiritualidad.
 
Información obtenida en: http://es.wikipedia.org/wiki/Huichol
 

jueves, 4 de marzo de 2010

Los Dioses Kuna-Panamá

La Religión Kuna es monoteísta y el aspecto espiritual que ello conlleva es de gran intimidad para ellos y por lo tanto muy custodiado. Debido a esto, los fenómenos que ocurren en sus ceremonias son difíciles de interpretar por personas que no pertenezcan a este grupo indígena.


Ellos creen en un Dios que creó la tierra, el sol, las plantas, los animales, en fin, todo lo existente. Creen que solo verán a Dios el día de su muerte y que él aquí en la tierra dejo sus ángeles para que nos cuidasen. Que la tierra tiene forma de totuma y que lejos en las estrellas está el cielo al que llegarán cuando mueran y vivirán eternamente en paz e igualdad.

En su cultura, después que fue creada la tierra, Dios mandó una serie de "héroes" para que los guiaran y les ensañaran las costumbres que debían seguir. y De ahí que los indios se vistan, canten, desarrollen artes, etc., de la manera en que los hacen.

Sabio de las AvesNele Wagibler


La Abuela MarMuu Demar


Jefa de las MolasMola Saila


Dios MadreNana


Dios PadrePaba

Información obtenida en: http://www.monografias.com/trabajos11/kunas/kunas.shtml
Fotos de Antonio Briceño: http://www.antoniobriceño.com/

Dioses Aztecas

Los aztecas, que celebraban muy escrupulosamente sus ritos, ceremonias y fiestas mensuales, anuales y periódicas en honor del Sol, la Luna, la primavera, el amor, el comercio, los sentimientos nacionales, etc., tenían un calendario o Libro del Sol en el que estaban consignadas las tradiciones, divinidades y ritos. Los meses aztecas, de dieciocho y veinte días, estaban consagrados a diferentes divinidades, de modo que en todos ellos había una fiesta religiosa.

Los templos, llamados teocalli, imponentes por su grandeza, presentaban la forma de pirámides truncadas de dos o más pisos, en cuyo interior se hallaban las colosales estatuas de las divinidades, y en la parte exterior, las viviendas de los sacerdotes y la piedra de los sacrificios o techtal.

Si bien entre los aztecas no existieron castas sacerdotales, florecieron entre ellos las instituciones de hombres y mujeres destinadas a atender las numerosas y crecientes manifestaciones del culto, cuyo jefe político y militar era a la vez el sumo ¡ pontífice y supremo sacrificador.

Entre sus principales deidades se cuenta Huitzilopochtli, dios de la guerra y el espanto, una de la¡3 divinidades más famosas por sus legendas y por su constante y directa intervención en la fundación del reino azteca y en su posterior desenvolvimiento y superioridad sobre los pueblos circunvecinos.

Ometeguhtli y Omecihuatl, también llamados Citlalatonac y Citljalicue, respectivamente, se presentan unidos porque en esa mitología representan al varón y la mujer, de cuya unión procede todo, hombres, dioses espíritu y materia. Eran, por consiguiente, los padres de la creación.

Cihualohuatl, mujer culebra, fue la primera mujer del mundo, madre de la especie humana. Mictlanieuctli y Mictecacihuatl formaban un ¡matrimonio divino que constituía él supremo tribunal encargado de juzgar, en un juicio final y según sus Sobras, a todos los muertos.

Paynal era una divinidad guerrera, ayudante de Huitzilopochtli, y Tezcatlipoca o alma del mundo, la ¡Providencia de los aztecas.

Quetzalcóatl era una de las divinidades más veneradas entre los aztecas, que la reverenciaban en el lucero del alba. Se lo tenía por el más benéfico, suave y humano de sus dioses.

El dios de las aguas y de la fecundidad de la tierra fue llamado Tláloc, quien, con su esposa Matlacueyé, presidía la primavera. A Centeotl, diosa encargada de cuidar de los sembrados y de las cosechas, se la representaba como una joven muy hermosa, de abundante cabellera.

Otros dioses eran: Omecetl, que presidía los festines; Yxtlitlon, genio benéfico de los niños; Nappatecuhtli, protector de los fabricantes de esteras; Opuchtli, patrón de los pescadores; Xiuhtecuhtli, deidad del fuego; Tyacatecuhtli, dios de los mercaderes; Tezcatzucatl, genio protector de los bebedores, etcétera.

A los Tepictoton se los reverenciaba como a dioses protectores del hogar. La religión azteca fue cruel y sangrienta; así lo testimonian las antiguas crónicas que nos relatan los sacrificios humanos realizados en honor de los dioses, a quienes se ofrendaban víctimas extendidas sobre piedras donde les arrancaban el corazón.

COATLICUE

"La de las naguas de serpientes" diosa de la tierra y madre de huitzilopochtli. en las leyendas mexicas, se le representa como la madre tierra que da a luz a su divino hijo solar después de una larga noche, representando así el ciclo día-noche.
Cōātlicuē es una divinidad azteca, madre de Huitzilopochtli. Su nombre significa en náhuatl 'La falda de la serpiente' (coatl) serpiente, (i-) posesivo tercera persona y (cueitl) falda. Diosa terrestre de la vida y la muerte. También recibía los nombres de Tonāntzin 'nuestra (to-) venerada (-tzin) madre (nān-)' y Teteōīnān 'madre (nān-) de los dioses (teteō-)'.

Era representada como una mujer usando una falda de serpientes y un collar de corazones que fueron arrancados de las víctimas de los sacrificios. Tenía garras afiladas en las manos y los pies. Coatlicue era una diosa madre para los aztecas. Su esposo era Mixcóatl, la serpiente de las nubes y dios de la persecución. Como virgen, alumbró a Quetzalcóatl y Xólotl.
Es la parte femenina de la dualidad universal: Quetzalcoatl/Cihuacoatl, o mujer serpiente.

Diosa de la tierra y la fertilidad, también muestra un lado más sombrío, en diversas representaciones la mitad de su rostro es de mujer y la otra mitad muestra un cráneo descarnado, pensando en la descomposición y degradación que hace de la tierra fértil en primer lugar. Coatlicue, diosa madre, es un claro ejemplo de la dualidad en la cual la cosmología precolombina parece basarse, la intrínseca relación vida y muerte, dos caras del mismo concepto.

La representación más conocida de Coatlicue en el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México y en la gráfica de la derecha, se muestra con la característica falda de serpientes, sin embargo se pueden ver serpientes por todo el monumento y sustituyendo partes de la anatomía. La cabeza es sustituida por dos serpientes que se encuentran, símbolo de la dualidad que al crearse dio inicio a todo el universo,otra referencia serían las coyunturas enmascaradas (con rostros). En la base, fuera de la vista del visitante está Tlaloc, sosteniendo dos cráneos en las plantas de los talones de la diosa.

Coatlicue era la madre del dios Huitzilopochtli. Ella dio a luz a Huitzilopochtli luego de que una pluma se le metiera en el vientre mientras estaba barriendo. Ese embarazo misterioso ofendió a sus otros cuatrocientos hijos (los Centzon Huitznahua) que, instigados por Coyolxauhqui, decidieron matar a su deshonrada madre.

Así lo hicieron, pero Huitzilopochtli salió de la matriz (o el estómago) de su madre armado completamente y acabó con sus hermanos y hermanas estrellas. Huitzilopochtli cortó la cabeza de su hermana Coyolxauhqui y la arrojó al cielo donde se convirtió en la Luna.
Otras leyendas dicen que Mixcóatl fue el padre de Huitzilopochtli.


HUITZILOPOCHTLI

Huitzilopochtli era el dios patrón en la mitología Azteca. Los Aztecas eran una civilización antigua que vivían en México. Huitzilopochtli, cuyo nombre significa "Colibrí Azul a la Izquierda," era el dios Azteca del Sol y la guerra. El es representado como un hombre azul con plumas de colibrí como decoración en su cabeza. Huitzilopochtli (en náhuatl Huītzilōpōchtli, en AFI  "colibrí izquierdo" o "colibrí del sur"), fue la principal deidad de los mexicas. También fue conocido como Ilhuicatl Xoxouhqui y ha sido asociado con el sol.

TEZCATLIPOCA

Tezcatlipoca (“espejo negro que humea” o “humo espejante”) , en la cultura nahua (aztecas y otros pueblos mesoamericanos de habla náhuatl), es el señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, omnipresente, fuerte e invisible. Entre los nahuas, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son dualidad y antagonía. Quetzalcóatl es llamado también Tezcatlipoca blanco en tanto que el color de Tezcatlipoca es el negro.


Ometeotl es el nombre Nahuatl (Mexica o Azteca) para Dios. Ometeotl (Dios) est la dualidad del universo: Tiempo y Espacio.Ometeotl es el creador, creador de todas las dualidades de la naturaleza:


Masculino y Femenino; Orden y Caos; Día y Noche; Materia y Espíritu.
Ometeotl se manifiesta en los elementos básicos del universo: fuego, aire, agua y tierra.
El nombre de Ometeotl cuando se manifiesta a través del agua es Tlaloc, que es rojo y queda al este.
El nombre de Ometeotl cuando se manifiesta a través de la tierra es Tezcatlipoca, que es negro y queda al Norte.
El nombre de Ometeotl cuando se manifiesta a través del aire es Quetzalcoatl, que es blanco y queda al oeste.
El nombre de Ometeotl cuando se manifiesta a través del fuego es Huitzilopochtli, que es azul y queda al Sur.
Algunas divinidades aztecas

 
Chalchiuhtlicue : Diosa de las aguas de superficie.
Cihuateteo : Diosa de las mujeres muertas en parto.
Chicomecoatl : Diosa del maíz.
Coatlicue : Diosa de la tierra, madre de los dioses y de los hombres..
Coyolxauhqui : Diosa de la luna.
Cihuapipiltin : Diosa del Oeste.
Ehecatl : Dios del Viento.
Huehueteotl : Dios del Fuego.
Huitzilopochtli : Dios de la Guerra.
Mictlantecuhtli : Dios de la Muerte.
Quetzalcoatl : Dios del Viento.
Tezcatlipoca : Dios de la noche.
Tlaloc : Dios de la Lluvia.
Tlazolteotl : Diosa de la Fertilidad.
Xipetotec : Dios de la Primavera.
Xochipilli : Dios de las Flores y del Canto.
Xochiquetzal : Diosa de la Vegetación.
Información obtenida en: